Un golpe de calor se produce cuando la temperatura de nuestro cuerpo aumenta rápidamente y no podemos bajarla. Si exponemos nuestro cuerpo a altas temperaturas de forma prolongada, o bien haciendo trabajos o esfuerzos físicos puntuales en momentos del día donde la temperatura y la humedad son elevadas, nuestro cuerpo puede llegar a alcanzar los 40ºC o más.
Nuestro organismo funciona de manera adecuada manteniendo una temperatura constante de entre 36 y 37 grados. Cuando la temperatura sube, las funciones vitales se realizan con mayor dificultad. Para mantener esta temperatura, el cuerpo la regula a través de la sudoración y la vasodilatación periférica. La sudoración conlleva la pérdida de sales minerales y de agua, pudiendo llegar a perder hasta 1,5 litros en una hora.
Es importante saber que los efectos de un golpe de calor no tienen por qué ser inmediatos, sino que pueden presentarse después de varios días de altas temperaturas, provocando también un agotamiento por calor.
Síntomas de un golpe de calor
- Fiebre superior a 39 grados.
- Sed intensa y sequedad de boca.
- Sensación de calor sofocante.
- Agotamiento, cansancio o debilidad.
- Sudoración excesiva.
- Pulso acelerado y respiración rápida.
- Dolor de cabeza.
- Dolor de estómago, náuseas o vómitos.
- Calambres musculares.
- Vértigos o desmayos.
- Estado de confusión, desorientación, delirio y/o convulsiones.
Cómo actuar ante un golpe de calor
- Tomar aguar (no excesivamente fría) u otros líquidos sin alcohol ni cafeína.
- Quitar la ropa para refrescarse.
- Colocarse en el lugar más fresco posible.
- Aplicar compresas de agua fría, especialmente en las zonas del cuello, las axilas y las ingles.
- Sumergirse en agua templada o fresca (nunca excesivamente fría pues esto puede provocar escalofríos, lo que será contraproducente)
- No administrar medicamentos antifebriles ni friccionar la piel con alcohol
- En caso extremo, llamar al 112 o acudir al Hospital.
Cómo prevenirlo
En las épocas más calurosas del año es cuando debemos mantenernos más alerta para evitar golpes de calor. No en vano, el año pasado, se atribuyeron más de 1800 muertes en España debido a las altas temperaturas. Por eso, es importante seguir una serie de consejos, que detallamos a continuación:
- Evitar pasear o estar al sol en las horas centrales del día.
- Evitar esfuerzos o práctica de deporte en las horas de más calor y humedad del día.
- Hidratarse con frecuencia, ya sea con agua o bebidas no alcohólicas.
- Hacer comidas ligeras que no conlleven digestiones pesadas.
- Permanecer a la sombra y en sitios ventilados y frescos, así como usar el ventilador y el aire acondicionado.
- Ducharse o bañarse con frecuencia para refrescar el cuerpo.
En el caso de niños y ancianos, estas premisas deben llevarse a cabo de forma más rigurosa, puesto que son más vulnerables al calor y a los cambios de temperatura.