El lenguaje oral supone el grado más alto en la evolución lingüística, siendo el ser humano el único ser vivo que lo posee. Su importancia es vital para la vida en sociedad y en las relaciones interpersonales. Las personas necesitamos poder comunicarnos a través del lenguaje para sentirnos social y afectivamente valorados.
El lenguaje se desarrolla en grupos sociales en los que previamente se ha establecido esta forma de comunicación y se aprende con la integración social, constituyendo el principal medio de información e integración cultural. De ahí su importancia para lograr este aspecto tan fundamental de nosotros como individuo, la socialización. También nos identifica dentro de un determinado grupo social.
El especialista dentro del ámbito de la medicina, que se encarga de diagnosticar, evaluar, prevenir y tratar los trastornos de la comunicación humana es el LOGOPEDA.
El logopeda puede tratar distintas dificultades comunicativas, como la disfemia (más conocido como tartamudez), o la falta de fluidez. Pero va mucho más allá, ayudando a mejorar los problemas derivados de la voz, el habla, el lenguaje o la audición.
Así mismo, un logopeda nos puede ayudar con otro tipo de problemas como la deglución, para que las personas podamos comer, beber y respirar de forma correcta y segura.
Dicho todo lo anterior, podemos dar una definición bastante amplia de lo que recoge el término logopeda: Es el profesional sanitario que centra su trabajo en la investigación, prevención, evaluación, intervención y prevención de los trastornos de la comunicación, el lenguaje oral, lenguaje escrito (lectura y escritura), el habla, la voz, la audición y de las funciones orales asociadas (respiración, masticación y deglución) mediante técnicas terapéuticas propias de su disciplina.
Un logopeda puede ayudarnos con los problemas derivados de una mala fonación, tales como formación de nódulos, afonía, etc… En caso de disfunciones del habla neurológicas derivadas de lesiones cerebrales, hace que se pueda mejorar o ralentizar el proceso de deterioro del lenguaje. En enfermedades como Parkinson, Alzheimer, multinfartos, etc., la función logopeda también puede retrasar o mejorar los procesos de pérdida de fluidez del lenguaje.
Para finalizar este blog, haremos una relación de las diversas patologías que esta rama de la medicina puede tratar:
- Apraxia del habla
- Afasia
- Disartria
- Disfagia
- Disfemia
- Trastornos de resonancia
- Trastornos respiratorios
- Trastornos de la voz
- Trastornos del lenguaje escrito (lectura y escritura)
- Trastornos del desarrollo del lenguaje o Trastorno específico del lenguaje
- Trastornos del habla
- Trastorno del espectro autista
- Síndromes genéticos
- Discapacidad intelectual
- Sobredotación intelectual
- Prematuridad con afectación del lenguaje
- Mutismo selectivo
- Ceguera
- Síndrome de Williams
- Parálisis cerebral
- Trastornos del aprendizaje
- Trastornos miofuncionales (deglución atípica, mal posicionamiento dentario)
- Pérdida de audición
- Trastornos del sistema de equilibrio
- Trastorno del procesamiento auditivo central
- Tinnitus
- Cáncer de cabeza y cuello
- Labio leporino y paladar hendido
- La traqueotomía y la dependencia del ventilador
- Demencia
- Parkinson
- Daño en el hemisferio derecho
- Daño cerebral sobrevenido (ictus…)
- Patologías con necesidades de comunicación aumentativa y alternativa
- Patologías de la voz profesional (docentes, cantantes…)
- Voz para población transgénero