Los niños con necesidades especiales requieren apoyo cognitivo, físico, emocional y social, así como adaptación en todos los niveles educacionales. Uno de los problemas que encontramos en los niños con necesidades especiales es la incapacidad para comunicarse de un modo habitual, tanto por factores relacionados con la capacidad intelectual, como por factores relacionados con la capacidad motora. En estos casos, el desarrollo del lenguaje suele ser más lento y es donde entra en juego el apoyo que un logopeda puede brindar a mejorar la capacidad del niño para comunicarse verbalmente.
Las complicaciones para expresarse y entender a los que les rodean, puede ser debido a diferentes trastornos. Un niño con capacidades diferentes, puede encontrar dificultad para expresar pensamientos e ideas, para comprender vocabulario e interpretar mensajes, incluso para articular palabras, producir sonidos y usar la voz.
Los problemas en el lenguaje pueden estar causados por Trastorno Específico del Lenguaje, discapacidad intelectual, trastornos del espectro autista, hipoacusia, hipotonía muscular, etc.
La intervención temprana de un logopeda es necesaria en niños con este tipo de problemas. La terapia incluye ejercicios específicos para fortalecer la musculatura orofacial, mejorar la función de los órganos relacionados con el habla, la alimentación y la deglución, trabajando con el niño para que pueda producir sonidos cada vez más efectivos. También puede enseñar a un niño a usar un sistema de comunicación alternativo (lenguaje de signos), gestos y expresiones faciales, pictogramas o tarjetas de comunicación.
El logopeda también ayuda a los niños con necesidades especiales haciendo que mejoren en sus habilidades sociales. Para ello ayuda al niño a reconocer y responder a señales sociales, manteniendo contacto visual y adaptándose a distintos contextos del día a día. Este punto es muy importante para que el niño se integre en el centro escolar correspondiente, de modo que pueda seguir las instrucciones y participe en clase como uno más. Así el niño mejora su autoestima y la capacidad de relacionarse con su entorno y con sus semejantes.
Finalmente, el logopeda trabaja con la familia del niño. Les ayuda a entender las necesidades especiales de su hijo y les facilita técnicas y recursos para continuar la labor de mejora del lenguaje una vez que la consulta médica ha concluido. Es crucial para una mayor efectividad del proceso, la intervención y apoyo de la familia. Trabajar codo con codo con el logopeda, hará que el trabajo realizado en consulta por parte del niño, vea sus frutos con mayor rapidez.
